sábado, agosto 07, 2010

Mujer afgana: blanco de violencia talibana

La situación de la mujer afgana incluso antes del régimen talibán, nunca ha sido enteramente buena. Afganistán registra la tasa de mortalidad materna más alta del mundo y una baja tasa de alfabetización de mujeres. Sin embargo, ellas eran partícipe en la sociedad en materia económica y política, así como también en cualquier otro ámbito profesional hasta la llegada del gobierno talibán.

El Talibán es un movimiento fundamentalista islámico surgido en 1994 en el sur de Afganistán, integrado por jóvenes formados en escuelas coránicas bajo el liderazgo de Mohammed Omar. Llegaron al poder e impusieron sus propias leyes, caracterizadas por un extremo puritanismo religioso y el atropello de los derechos humanos. Su gobierno finalizó en el 2001 al ser expulsados por la invasión estadounidense. Desde entonces se han alzado y contralan alrededor del 54% del territorio afgano.

De acuerdo con un informe de las Naciones Unidas sobre la situación de las mujeres en Afganistán, “cuando los talibanes llegaron al poder, se discriminó y marginó sistemáticamente a mujeres y niñas y se violaron sus derechos humanos”. A las mujeres se les prohibió trabajar fuera de casa, reunirse con otras mujeres en público, manejar; también les fue impuesto el uso del burkay (pieza de tela que cubre la cabeza y deja sólo una rejilla de tela para ver), sin el que no podían ver a un hombre que no fuese su marido o su hijo; y las escuelas femeninas fueron cerradas, entre otras radicales medidas.

Aún cuando los Talibán ya no gobiernan Afganistán, muchas de las reglas que impusieron han quedado impregnadas en la población afgana, básicamente por temor al cambio y porque el movimiento Talibán ha crecido lo suficiente como para que gran parte de la población, en particular la femenina, aún se sienta amenazada por los fundamentalistas y sus brutales castigos, entre los que se cuenta la mutilación y la lapidación. Hoy en día, una mujer afgana aún camina ni a un paso de su marido, ni a su lado, siempre por detrás; y el 80% de féminas sufre de violencia doméstica, conducta que no está penada en el país asiático.

Aisha
En un par de días del presente mes, la edición de la revista norteamericana TIME presentará en su portada a la joven afgana de 18 años cuya nariz y orejas fueron arrancadas por talibanes el año pasado. Aisha escapó de la familia de su esposo porque la trataban como una esclava, la golpeaban y si ella no hubiera huido, probablemente hubiese muerto. El caso fue presentado ante un juez talibán que ni se conmovió con la situación de la joven, y ella volvió a caer en manos de su marido y su familia, justo para mutilarla.

La historia ya ha dado la vuelta al mundo y no es para menos. Su situación ha despertado de nuevo la atención sobre la violencia talibana hacia la mujer en Afganistán. Actualmente, el gobierno afgano considera una clase de arreglo político con los Talibán, pero las mujeres que como Aisha, viven aterrorizadas a causa de ellos, ahora también temen que la búsqueda de una salida rápida al conflicto con los fundamentalistas, signifique un mayor desastre para ellas, pues dudan de que la actitud de los talibanes cambie, y con razón, porque más que de una actitud, se trata de una cultura, una extraña y brutal forma de vida que entraña violencia.

Día tras día, la necesidad de solventar esta crítica situación crece profundamente, pues no se trata sólo del resguardo de derechos humanos o de tratar con dignidad a un ser, que ya es bastante, sino también de reconstruir una sociedad. Por citar sólo un ejemplo, la prohibición del empleo de la mujer también afectó a la educación de los varones, pues la mayor parte de los maestros eran mujeres. En este sentido, cabe resaltar que el problema no es exclusivo de las mujeres, sino también de los hombres y de todo Afganistán, algo que allí deben aceptar si realmente desean reponerse y transitar con estabilidad, un camino pacífico que les permita, definitivamente, poner punto y final a la violencia y comenzar a crecer.

Datos de interés
- Lee una versión resumida del artículo que aparecerá en la edición escrita de TIME del próximo 9 de agosto aquí.

- Además, en la página web de la revista, también se encuentra una fotogalería sobre el tema en cuestión. Cada fotografía acompañada de una fotoleyenda, retrata a "mujeres de Afganistán: viviendo bajo la amenaza talibana" (Women of Afghanistan: Living Under the Taliban Threat). La página entera está en inglés, pero a quien le interese esta información y no domine muy bien ese idioma, vale recordarle que hoy en día existen muy buenos traductores en Internet, fáciles de manejar y rápidos, por ejemplo, el traductor del diario El Mundo de España: Traductor elmundo.es. Con esta herramienta el entendimiento de otro idioma que hoy en día es más que necesario para estar más y mejor informado, ya no es un serio obstáculo, al menos mientras esté "on-line".

4 comentarios:

Ingrid Quevedo dijo...

Hace algunos años, pude ver un reportaje sobre la situación que padecen las mujeres afganas, particularmente el caso de una jovén similar al de Aisha a quien un médico le ofreció la reconstrucción de su naríz. Su esposo habia intentado quemarla 2 veces dentro de su propia casa. Éste le ofrecia dinero a cambio de silencio y ella tenia que recibirlo porque no contaba con ningún apoyo. Honestamente, pensaba que este abominable movimiento habia sido erradicado. Es increible que muchas mujeres hayan sobrevivido a esos 7 años de miseria e injusticia y luego de aquella invasión, algunos radicales sigan violentando la integridad fisica y mental de su pueblo. Algunas sociedades se están desmoronando lentamente. Sostengo, que la raíz del problema es el progresivo debilitamiento de los valores y los interes particulares de los obsesionados con el poder.

alairelibrevzla@gmail.com dijo...

Sí Ingrid, lamentablemente esta situación no ha cesado. De hecho en el artículo que hoy ya se hizo público en TIME, hay una parte que dice algo así: puede parecer que la historia de Aisha es de la época en la que el régimen talibán estuvo en su apogeo, pero no, data de apenas hace un año.

Carolina Ceballos dijo...

que increible el infierno que deben pasar algunas personas solo por intereses ajenos...nunca mi cabeza y corazon lograran asimilar la maldad que un ser humano puede generar y de paso que muchos piensen que ese actuar es mas que correcto...siempre me pregunto, se podra algun dia terminar la maldad en este mundo?? o al menos, se hara justicia? pero ante tales hechos violentos no se me ocurre una justicia de ley, de esa de prision y nada mas...se me ocurre una justicia equitativa, algo asi como el refran "quien a hierro mata a hierro muere" o el controversial "ojo por ojo, diente por diente"...entonces pienso en ese tipo de justicia y quedo perpleja ante la ironia que para esos asesinos mi justicia esta basada en la maldad, pues no me parece justo que tras hechos tan terribles, que dejan secuelas eternas fisicas y mentales, unos años de prision sean la solucion...violencia genera violencia...lo verdaderamente dificil es saber perdonar e inclinarse por la Justicia Divina...admiro el corazon de esas mujeres que han salido adelante tras estos hechos, y mas admiracion siento de aquellas que logran perdonar...sin duda es un tema de mucho debate y mucha controversia

alairelibrevzla@gmail.com dijo...

Me parece muy bonito tu comentario Carolina, transparente, porque deja ver muy bien nuestra naturaleza humana que, si bien es capaz de juzgar y actuar a "ojo por ojo, diente por diente", también nos permite razonar y rectificar, y en este caso como tu comentas, a darnos cuenta de que si algo está mal, actuar del mismo modo para corregir el error, realmente no sirve de nada, sería más de lo mismo, darle continuidad a una cadena de violencia e irracionalidad. Por eso lo más difícil es "poner la otra mejilla", por eso el más fuerte e inteligente (sabio) de verdad, sabe que si "se rebaja" o se pone a la altura del que trata de combatir en su equivocación, actuando igual que este, en realidad está siendo como él y si lo que pretende es marcar una diferencia, no lo está haciendo en absoluto.

Parece que me he desviado un poco del tema del post, pero es que como tu bien supiste traerlo acá, todo eso está muy atado a los problemas que viven en los países de aquellos lares, aunque hay que destacar que no son los únicos, donde actos que consideran violación de leyes, muchas establecidas bajo parámetros o ideas de su religión, son castigados también con violación, violación de derechos humanos. Por eso, entre otras cosas, tampoco entiendo esa manera que tienen por allá de "buscar la paz", pero a punta de guerra.

Sinceramente, creo que el problema es estos lugares es el fundamentalismo (interpretación literal de textos como el Corán o la Biblia que consideran máximos), pero incluso fundamentalismo a su conveniencia. Terminan por ser demasiado "religiosos", pero sin espiritualidad, por eso son tan extremistas, radicales, inhumanos en muchas de sus conductas, por no decir de toda su forma de ser.

Tengo que confesar que este tema y estos casos, me están atrayendo cada vez más, son complejos, pero sumamente necesarios de analizar, porque creo que enseñan mucho sobre el ser humano, aunque desde una perspectiva un tanto oscura.