lunes, mayo 17, 2010

¿Cuánto vale el show?

El pasado 15 de mayo, el nuevo show del oficialismo no se hizo esperar. Luego de expropiar la finca de Diego Arria, La Carolina, el gobierno bolivariano de Cubazuela desplegó su artillería idiotizada, es decir, sacó al pueblo (su rojo pueblo) a la calle y le abrió de par en par la entrada a las tierras del ex embajador venezolano ante la ONU. Los invitados pudieron disfrutar de las instalaciones de la hermosa hacienda, en especial de la piscina, donde se armó toda una celebración y, cómo no, no era para menos, con este nuevo espectáculo el chavismo se regocijaba en "la bondad" de micomandantepresidente, quien desde ese momento, con una transmisión en vivo desde La Carolina, declaró que ahora es "propiedad social". Además, como sus discursos siempre dan para mucho (insulto, engaño, ridiculeces y barbarie), el títere de Fidel denunció la improductividad de una de las tierras más productivas del país, añadiendo que eran utilizadas para "ir a la piscina y tomar whisky", justo lo que parte de la dinastía Chávez sabe hacer mejor. Algunos espectadores de este vil circo "socialista", nos preguntamos ¿por qué no se hace lo mismo con la Casona y la Chavera?

Para sumarse al burdo espectáculo, Juan Carlos Loyo, presidente del INTI, decidió hacer uso de su cuenta de twitter para compartir con toda Cubazuela la alegría oficialista, y el gran orgullo de los robolucionarios por haber golpeado otro símbolo del imperialismo y la oligarquía en el país, como ellos consideran a Diego Arria. Algo así como cuando Osama Bin Laden acabó con las Torres Gemelas. Loyo publicó a través de dicha red social seis fotos tomadas en La Carolina, las cuales envió a @chavezcandanga. A continuación las imágenes compartidas por Loyo y algunas más de la familia Chávez, todas para volverse a preguntar: ¿por qué no se hace lo mismo con la Casona y la Chavera?, entra otras. Dejo los respectivos links:

Fotos JC Loyo:

La otra cara de la moneda:
2) Sobrinos en bowling de la Casona: I y II (vestidos con marcas imperialistas).
3) Piscina de la Chavera, donde no racionan el agua.



Finalmente, cualquiera que esté al tanto de que se avecinan elecciones parlamentarias en Venezuela y del miedo que Chávez tiene de perder curules en la Asamblea Nacional, podría responder la pregunta con que titulo este post. El show vale votos, votos para los cuales se está empeñando lo poco productivo y decente que queda en el país, votos que sin duda le está costando conseguir al presidente, pero más a todos los venezolanos. Dejó de ir a Madrid por eso, también intenta restarle credibilidad a medios de comunicación veraces que por supuesto llama golpistas, los cuales lejos de engañar, reproducen de manera impresa, audiovisual o digital la crítica situación del país, el verdadero motivo de su aplastante pérdida de popularidad.

Candanga está de cabeza en campaña, metiendo la mano por los suyos, porque sabe que ellos solos no pueden, simplemente porque no tiene con qué y no sólo monetariamente hablando, por eso él los apadrina expropiando, regalando tierras, dejando que el pueblo se divierta y se sienta tomado en cuanta por cinco minutos, a cambio de un voto. Después de las votaciones la generosidad de la robolución pasará al olvido, el surrealismo cegador caerá por su propio peso, y el pueblo que brincó y saltó en La Carolina, que invadió y abusó en obediencia a su líder, que siempre ha estado a la espera de las migajas, volverá a sentirse decepcionado como tantas veces le ha ocurrido, cuando vea que en realidad nunca ha dejado de pasar hambre, que nunca ha salido de dónde está, que las oportunidades brindadas por el gobierno han sido superfluas. En pocas palabras: se dará cuenta de que lo utilizaron y de lo tonto que fue en caer en tanta trampa.

Así que votos, eso vale el show. Después de todo, es al tirano de Sabaneta a quien más le conviene seguir teniendo mayoría roja rojita en la AN.

jueves, mayo 13, 2010

El correr de los días

Tal cual lo dice el título de este post, a veces la vida se nos va en eso. Sin embargo, algunos conscientes del peligro de encadenarnos perpetuamente a ese ritmo que, no pocas veces nos deja desorientados, luchamos contracorriente para despertar rápido y superar esa especie de efecto "sedante" que genera la inmediatez del siglo XXI, la cual si bien resulta positiva en muchos aspectos de nuestra vida y sociedad, fácilmente puede resultar agobiante para cualquiera humano que, después de todo, simplemente busca la paz, la felicidad.

Justamente, así se me han pasado los últimos días: corriendo, pero también luchando por no permanecer atrapada en el vaivén, cegada por la necesidad de hacer y producir, de sortear las mil y una contradicciones cotidianas, las tribulaciones que se reproducen a la velocidad del rayo en un país llevado forzosa y velozmente por la senda de la dictadura, en fin que, en un descuido, te descubres en una carrera por sobrevivir y en eso se va convirtiendo la vida: en vivir para sobrevivir, vivir para no morir, literal o metafóricamente.

En particular, como periodista y comunicadora social, es muy fácil dejarme absorber por el ritmo acelerado con que gira este mundo de hoy. Mi vocación profesional me impide no vivir "al pendiente", siempre alerta de todo lo que sucede y aquí ¡vaya que sucede! Sin embargo, y como he podido corroborar en los últimos días, actualmente cualquier venezolano vive de esa manera, alerta, estresado, alarmado, casi neurótico y cómo no, un poco enfermo de todo y a la vez de nada. Casos cercanos me han hecho ver cómo la situación del país nos tiene realmente mal y no hablo en términos generales, sino que incluso nuestra salud está desmejorando a causa de las preocupaciones, de ese "vivir por sobrevivir" del que hablaba arriba.

No ha sido raro en los últimos años encontrarnos en la búsqueda (exhaustiva en muchos casos) de alimentos, productos de primera necesidad para el la higiene y el hogar, ya ni hablar de la seguridad, una sensación que ningún venezolano puede describir, simplemente porque no sabe qué es hasta que viaja a otra parte del mundo y respira "un aire ligero", un no sabe qué, el cual sin duda, no encuentra en su país, y es eso, la sensación de seguridad que muchos han muerto sin conocerla y otros han nacido y aún no han podido probarla dentro o fuera de su patria. Cada día se suman miedos, problemas, mortificaciones y con eso, la carrera por la vida se convierte en una carga demasiado pesada. Así muchos llegan al médico sintiéndose mal, son revisados y el veredicto no es otro que: "usted está bien, sus valores son estables", a lo que prosigue la frase: "eso es estrés".

Ahora, apartándome un poco de lo estresante, al menos en sentido figurado, quiero -en cierta forma- justificar mi ausencia de tantos días, pero no sin más que una simple excusa, sino que de la mano de experiencias e ideas que a lo largo de ellos surgieron y que, en su momento fueron objeto de contemplación y para efecto de estas líneas sirven de reflexión. En este sentido, cuento que he podido entrevistar al director de la Orquesta Sinfónica de Lara, Tarcisio Barreto Ceballos; a la periodista, conductora, animadora y modelo Gigi Ruiz; con quienes sostuve un interesante intercambio de palabras; al igual que con los actores de la obra teatral "Yo Con Mi Arte Tengo", presentándose en el interior del país.

Por otra parte, comunico la "novedad" de mi colaboración en Penúltimos Días, lo cual me ha sumado ocupación desde hace aproximadamente dos o tres meses, gracias a Ernesto Hernández Busto. Hasta el momento, han sido tres los post trabajados: ¿Qué pasa con la libertad de expresión en Venezuela?, Los nuevos soldados de Chávez y Cubanos en el Ejército de Venezuela. Además, estuve intentando -sin éxito- que los venezolanos formáramos parte de la Marcha Mundial por la Libertad de Cuba, pero parece que a algunos dirigentes y activistas políticos a los que he intentado contactar personalmente, se les olvida la Isla en tiempos de parlamentarias y sí, cómo no, el asunto de las elecciones es importante, pero la solidaridad no es para instrumentalizar, no podemos estar con los cubanos sólo cuando necesitamos de sus padecimientos para nuestro beneficio o intereses... de cualquier manera, supongo que habrá que moverse más.

De cada una de las experiencias he obtenido información interesante. En el caso de Tarcisio Barreto, muy buenas noticias. Me dijo que se llevan bastante adelantados los esfuerzos para establecer en Barquisimeto una universidad "que tenga las cátedras completas de música, que reúna todos los instrumentos", para lo cual se han ido estableciendo "vínculos con distintas universidades e instituciones superiores como la UCLA, y a nivel internacional con la Universidad de la Sorbona, a través de un instituto francés de estética y artes". La idea es que la ciudad crepuscular cuente con toda la oferta educativa en música, desde niveles de iniciación hasta postgrados.

Con Gigi Ruiz, conductora del programa Sin Tabú, a quien entrevisté a propósito del segundo aniversario del mismo, llegamos a la conclusión de que la política en Venezuela se está convirtiendo en un gran tabú, tanto o más como aún lo es la sexualidad en nuestros días. Y es que sin duda, tal como ella lo dijo: "hay temor a nivel político, porque tu no puedes decir cuál es tu tendencia o al menos hablar con claridad si algo te parece o no, porque eso puede traer una consecuencia nefasta (...) parece mentira, pero hay más tabú ahora con la política que con el mismo sexo y las razones son obvias (...) tu sientes miedo por ti, por tus compañeros, por la editorial del canal (Promar Televisión)".

La experiencia con el elenco de "Yo con mi Arte Tengo" no fue menos interesante. Roberto Messuti, Erika Schwarzgruber, Jhonatan Montenegro y José Luis Useche junto al director de la obra, Enrique Salas, expresaron su pesar por la situación que atraviesa la televisión en nuestro país y, aún cuando piensan que el renacimiento del teatro es motivo para celebrar, lamentan que el declive de la producción de telenovelas y el cierre de RCTV, hayan tenido que ocurrir para que actores, productores, escritores y público, entre otros hayan emigrado a las tablas. Para nadie es un secreto que algunos de ellos (Messuti y Montenegro) se quedaron desempleados con el cierre de Radio Caracas Televisión y que, para la mayoría de los actores, ejercer su profesión en Venezuela se ha puesto cuesta arriba.

Por último, pero no menos importante, quiero compartir una serie de links que considero "útiles", escritos para la reflexión, ese "ejercicio" que nunca debemos dejar de lado, nada más y nada menos porque comenzaríamos por perder aquello que más nos caracteriza como seres humanos: la razón, y con ella la posibilidad de llevar una vida "bien pensada", incluso si luce como un gran maratón o una carrera de obstáculos. Después de todo, vale la pena correrla y bien corrida, con honestidad, aplomo, sacrificio, ética y principios,... porque llevada así, en la meta está el mejor de los premios: la felicidad. Otros enlaces son simplemente una recomendación. En fin, estos son todos (para verlos haz clic en el número):

1) Juventud, droga y mercado de trabajo.
2) ¿Puede castigar el cuerpo la maternidad? Impresionante testimonio de una madre tras quince abortos.
3) Mujeres insolidarias.
4) La Bodeguita de Hacienda La Carolina.
5) Predadores 2010. Desde Reporteros Sin Fronteras.
6) Web 2.0 vs. Control 2.0.